Inicio » Valle del Revinuesa
El valle del Revinuesa forma un enclave lleno de colores y vida que produce una sensación de magnetismo con la propia naturaleza. Es un espacio clave para entender la geografía de la Comarca de Pinares. Desde este enclave se tiene acceso a recursos naturales, de gran reconocimiento e importancia de la Península Ibérica como el Pico Urbión, la Laguna Negra o el Risco Zurraquín. La Hoya del Revinuesa o la Laguna Larga son otros de los tesoros que solo descubrirán aquellos que recorran este extenso y enigmático valle.
Sus hayas y sus pinos albares ofrecen una gran diversidad de tonos verdes. Estamos ante un bosque mixto de ambas especies en el que parece que el pino prefiere el sol y es el rey de la altura. En cambio, el haya se queda cerca del río Revinuesa, al cobijo en una zona más húmeda, dando lugar con sus frondosas copas a un sotobosque umbrío y fresco. Esta fusión de flora da lugar a un ecosistema fascinante. Los senderistas y visitantes podrán disfrutar de la belleza que presenta el valle durante las cuatro estaciones del año.
Durante alguna de sus numerosas rutas, paseando y corriendo el valle a la orilla del río que le da su nombre, se puede disfrutar de la melodía que crea el agua al chocar con las piedras, mientras va erosionando y socavando el terreno a su paso. Hace tiempo, este mismo agua era el que movía los molinos de Vinuesa y ofrecía la pesca de truchas, siendo así una fuente de riqueza para todos los visontinos. Debido a algunas inundaciones, en los años 90 su cauce se fue ensanchado y modificando. Así dejaron de nadar en sus aguas las truchas asalmonadas con pintas rojas en su piel que subían, por el Revinuesa, a desovar en primavera.
Lo que sí mantiene su naturaleza más primaria, además de ser el elemento que mayor valor le da al Valle del Revinuesa, son sus muros morrénicos. Antiguos vestigios de lo que en su día fue el valle del Revinuesa, un valle glaciar. Precisamente, ese origen geológico es el desencadenante de una de las maravillas naturales que tiene Soria y la Península Ibérica: la Laguna Negra.
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